www.francisconavarretesitja.com
SITIO WEB DEL ARTISTA: http://francisconavarretesitja.com/
___________________________________________________________________

AN-ARQUITECTURA: PENSAR EL MAC DESDE SUS CAPAS. Una obra de Francisco Navarrete.

La versión 2013 del Salón de Estudiantes de la Universidad de Chile (SdE) reúne 56 obras de diferentes artistas, entregando un panorama del arte chileno actual en tanto que diverso, mutable y dinámico, adjetivos que acompañan casi siempre a la producción artística de las generaciones más jóvenes. Sin embargo, el pie forzado a trabajar es el pasado hospitalario del edificio que alberga la muestra, tensionando la relación entre medicina y arte, -eje curatorial del SdE-, a través del concepto “farmacología estética” propuesto por los curadores.

Así, las obras en esta muestra, titulada Desde el resto: farmacología estética, la manera de hacer arte en Chile, remiten no sólo a la especificidad de la convocatoria y su relación con el edificio del MAC, sino que también cuestionan los modos de circulación del arte nacional aludiendo a un contexto particular de producción: la Escuela de Arte de la Universidad de Chile y el modo que tiene de insertarse en el circuito artístico chileno.

Lo que me interesa plantear en este texto es el primer punto, a saber, la problematización de las diferentes capas arquitectónicas y temporales que tiene el edificio del MAC Quinta Normal. En esta deconstrucción destaca la obra de Francisco Navarrete, al realizar una conversación fluida con el lugar que la acoge, al tiempo que la cuestiona, tensiona e incomoda por medio de prácticas visuales específicas.

Régimen escrupuloso es el título bajo el cual Navarrete reúne 50 videos stop-motion presentados en cinco pantallas LED de alta resolución, video-animaciones conformadas por el registro fotográfico de tubos, cables, rincones, ventanas y pasillos del edificio. La elección de estos micro-lugares de la construcción entremezclan su pasado y su presente gracias a la indefinición propia de la imagen enmarcada por el lente, es decir, los elementos y espacios fotografiados se caracterizan por ser de líneas puras y cortantes, y podrían remitir a cualquier temporalidad. De esta manera, lo que se genera es un espacio-tiempo artificial, un no-lugar o, al menos, un lugar intermedio que desborda el presente y se estructura en el pasado, imaginando un futuro ficticio por venir.

Sin embargo, lo que se mantiene como una constante es la función de los espacios y elementos fotografiados: su tarea es dirigir el tránsito de –en el pretérito de la construcción- un sujeto enfermo, y –en su presente- de un sujeto contemplador.

El rendimiento político de esta cuestión es insoslayable, pues lo que Navarrete cuestiona, en una lectura más profunda, es la administración del espacio y de la corporalidad de los sujetos, y qué se espera de ellos en determinados contextos. Entonces, ¿cómo debiera administrarse un no-lugar?, ¿cómo debe comportarse el sujeto que transita en él?. O, incluso, planteo una pregunta aún más esencial: si lo que se presenta en Régimen escrupuloso es un no-lugar, una atemporalidad, ¿cómo se delimita lo que es, malamente dicho, el lugar oficial y el no-lugar?. Esta ambivalencia se manifiesta en esta obra por medio de la aparición y desaparición de la imagen a través de un “pantallazo” blanco que funciona como cortina entre un video y otro. Así, la imagen lleva de la mano al espectador a través de los diferentes tiempos de lo fotografiado, suspendiendo el devenir del tiempo presente y abriendo una seguidilla de instantes efímeros atemporales. Esta situación genera en el visitante un ánimo expectante frente a la incertidumbre de lo que vendrá, y la imagen adquiere un aspecto envolvente e hipnótico, como el fuego que no puede dejar de verse.

Esta atemporalidad y este no-lugar, en tanto que dislocación (dis-locāre: descolocar, poner fuera de lugar), se comprende desde el enrarecimiento del espacio y de los restos que deja este proceso. En las imágenes de Navarrete, esta extrañeza se trabaja desde la inclusión de ruido en la superficie a través de grano digital en la imagen, de la corrosión de las cajas de los monitores que proyectan los videos gracias al ácido arrojado en su carcasa, de la intervención del oído y del olfato por medio de una secuencia auditiva que recopila ruidos de tubos fluorescentes y otros elementos similares, y del constante aroma a clavo de olor, conocido anestésico natural.

Sin lugar a dudas, este enrarecimiento descoloca al espectador puesto que todas estas estrategias se presentan en su fragilidad material, es decir, como meras sensaciones que no se alcanzan a interiorizar como certezas del ambiente, sino que permanecen como una impresión pasajera de que “algo raro hay”.

Incomodar al espectador es también parte del trabajo de presentar un no-lugar y una atemporalidad, incitando al público a cuestionar su propia temporalidad y el espacio en que circula. El recorrido que el visitante debe hacer al entrar en la sala va desde un monitor que proyecta elementos específicos hasta la proyección fija y continua de una sala vacía del edificio que parece ser idéntica a la sala que alberga la instalación de Navarrete. Estos monitores están adheridos a la pared o muy cercanos a ella, obligando al espectador a ubicarse en el intersticio que queda entre el monitor y el muro, generando una sensación de confinamiento y opresión, tal como se experimenta en una cama de hospital.

Ubicar la mirada en este intersticio es comprender el espacio desde su estratificación, desde las diversas capas que ofrece, situando a la subjetividad en la incomodidad del no-lugar, entendiendo al cuerpo enfermo o al cuerpo artístico como un lugar de inconformidad e indefinición, pues son marginales a los procesos de administración y productivización de la corporalidad y el espacio.

Con esta instalación, Navarrete le da la palabra al MAC de Quinta Normal, permitiéndole hablar desde sus capas arquitectónicas y desde las diferentes temporalidades que ha cobijado. El registro fotográfico y sonoro realizado por el artista extrapola esta diversidad de tiempo hacia la suspensión del devenir generando una atemporalidad previa a toda administración corporal y espacial y, por tanto, a toda categorización y jerarquización del pensamiento.

Texto: Patricia Arellano Galgani.
http://www.artishock.cl/2013/04/an-arquitectura-pensar-el-mac-desde-sus-capas/


EXPOSICIONES REALIZADAS 2013.

2013, PERRO, GALLO, ZORRO. Sala de Fotografía Centro Cultural Estación Mapocho. Santiago, Chile.
2013, KM-0 Circulación Nacional de Arte Contemporáneo, Gal. Balmaceda Arte Joven Antofagasta. Antofagasta, Chile.
2013, Un esquimal con un zorro blanco que acaba de cazar, imágenes de Chile, Galería Casa de las Américas. Cuba.
2013, Desde el Resto: Salón Estudiantes Universidad de Chile, Museo Arte Contemporáneo. Santiago, Chile.
2013, INMUEBLE, Galería BECH. Santiago, Chile.
2013, Artista del Mes, Local Arte Contemporáneo. Santiago, Chile.
2013, CASA TOMADA, Intervención antes de la demolición. Santiago, Chile.
2013, STOMACHION, Centro de Investigación de Estudios Coreográficos. Santiago, Chile.
2013, Sin Dios Ni Tierra, Centro el Cerro. Santiago, Chile
2013, Not Berlinale, AV Format, Waterloo-Ufer. Berlin, Alemania.


OTRO SITIO WEB DE SUS OBRAS:

http://francisconavarretesitja.tumblr.com/
http://francisconavarrete.artists.de/